lunes, 16 de abril de 2012

Programados para creernos libres

De una entrevista a Adolf Tobeña en Tercera Cultura, sobre la mente y la enfermedad mental:

El cerebro humano está probablemente construido para decirnos en todo momento que somos los amos de nuestro pensamiento y de nuestras conductas y de nuestras opciones, y que, además, las tenemos abiertas. No las tenemos accesibles, pero, cuando hay una lesión severa, cuando hay un traumatismo y nos quedamos sin la posibilidad de mover los brazos, o las piernas, o las cuerdas vocales. Es decir, cuando no hay más remedio que aceptar que como resultado de una fractura o una lesión tisular hay una pérdida de libertad. Y también cuando se nos imponen otros individuos. Pero, en estos casos no hay pérdida de libertad personal porque a pesar de todo, aunque te enjaulen, el cerebro nos continúa diciendo que dentro de tu mente puedes pensar con tanta libertad como siempre y puedes enfrentarte a los problemas más abiertos que quieras. Igual no lo podrás comunicar, no lo podrás escribir, nadie se enterará, pero continúas teniendo la libertad de pensar, de imaginar, de conjeturar.

El cerebro está montado para darnos esta autonomía en todo momento. Porque es imprescindible, porque lo necesitamos para vivir.

***

To Althea, from Prison

WHEN Love with unconfinèd wings    
  Hovers within my gates,    
And my divine Althea brings    
  To whisper at the grates;    
When I lie tangled in her hair         
  And fetter'd to her eye,    
The birds that wanton in the air    
  Know no such liberty.    

When flowing cups run swiftly round    
  With no allaying Thames,   
Our careless heads with roses bound,    
  Our hearts with loyal flames;    
When thirsty grief in wine we steep,    
  When healths and draughts go free—    
Fishes that tipple in the deep  
  Know no such liberty.    

When, like committed linnets, I    
  With shriller throat shall sing    
The sweetness, mercy, majesty,    
  And glories of my King;   
When I shall voice aloud how good    
  He is, how great should be,    
Enlargèd winds, that curl the flood,    
  Know no such liberty.    

Stone walls do not a prison make,   
  Nor iron bars a cage;    
Minds innocent and quiet take    
  That for an hermitage;    
If I have freedom in my love    
  And in my soul am free,   
Angels alone, that soar above,    
  Enjoy such liberty.

                         (Richard Lovelace)

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