sábado, 24 de diciembre de 2011

The Artist




The Artist es, argumentalmente, una versión más de Ha nacido una estrella,  aquel clásico que tuvo tantos remakes–recuerdo uno, hacia 1980 debió ser, con Kris Kristofferson y Barbra Streisand. Cruzado, argumentalmente hablando, con Sunset boulevard y con incontables otras películas del cine mudo, desde las de Douglas Fairbanks a las de Lubitsch. Mucho me ha recordado a las sagas de Von Stroheim, en su ritmo narrativo y sus experimentos visuales y simbólicos (bonita, por ejemplo, la escena del abrazo al traje con top hat). 

Pero claro, lo importante aquí es la puesta en escena, las actuaciones (incluida la del perrito), los gestos, la caracterización, el estilo de actuar—y el concepto de base, porque es una película actual que imita y homenajea a las películas de los años 20. El protagonista, George Valentin, se parece increíblemente a Fairbanks y se confunden sus cabriolas renovadas con las originales de La marca del Zorro de 1920.  Emitiendo gestos pagados de sí a lo Clark Gable, Valentin impulsa en su carrera a la starlette Peppy Miller; hasta le pinta sobre el labio la peca que la caracterizará y la convertirá en la nueva ídola. 

Sube Peppy y baja Valentin, pero ella le devolverá el favor, rescatándolo de la pobreza y el olvido, cuando la carrera de Valentin se interrumpe al llegar el cine sonoro. Al final harán juntos musicales a lo Fred Astaire y Ginger Rogers, y la película, que empieza casi de modo experimental, acaba convencionalmente ya asentada en su imitación decidida del cine mudo. Queda su originalidad en eso—en la recreación cuidadosa de las convenciones del cine mudo, desde los movimientos y gestos a los encuadres y los títulos de crédito— y en ser una falsa película muda, quizá la única película muda sobre la historia del cine sonoro. 

Sólo en El cantor de Jazz se ve tan gráficamente la transición de uno a otro—o, quizá, en esa de Hitchcock  que empieza muda y acaba sonora, Blackmail. Woody Allen fue un osado al hacer Manhattan en blanco y negro; Hazanavicius ha ido mucho más allá en su osadía y no le ha salido mal la apuesta. The Artist es, cómo no, muy agradable de ver, y nos retrotrae vitalmente no diré que a los años 30, pero sí a los sesenta, cuando nos echaban por la tele tantas películas de las primeras décadas del cine. No pocas mudas, y todas todas en blanco y negro. Hasta las que eran en color.

The Artist. Written and dir. Michel Hazanavicius. Cast: Jean Dujardin, Bérénice Bejo, John Goodman, James Cromwell, Penelope Ann Miller, Missy Pyle, Beth Grant, Bitsie Tulloch. B/W, pseudo-silent. Prod. Thomas Langmann. Exec. prod. Daniel Delume, Antoine de Cazotte, Richard Middleton. Assoc. prod. Emmanuel Montamat. Photog. Guillame Schiffman. Art dir. Laurence Bennett. Music by Ludovic Bource. Ed. Anne-Sophie Bion and Michel Hazanavicius. France: La Petite Reine / Studio 37 / La Classe Américaine, 3D Prod., France 3 Cinéma / Jouror Productions / Ufilm, dist. Alta Classics, 2011. (NY Critics Circle Prize 2011, best film, best director; Cannes 2011, best actor, prizes at Washington Film Critics, San Sebastián, Sevilla, Hamptons and St Louis).


 
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