miércoles, 2 de noviembre de 2011

UPD, o UPyD, vamos


Voy o vamos al mítin de UPyD, en realidad creo que no mítin porque no sé si ha arrancado la campaña electoral (por increíble que parezca)—pero vamos, a su conferencia sobre la política nacional tan unida a la política pro-nacionalista, o adaptada al nacionalismo, de los dos grandes partidos. Y sobre todo, sobre la cuestión de la ETA y el famoso "proceso de paz" o el "fin de los atentados", o como lo llamen. Muy escépticos estaban al respecto Rubén Múgica, candidato por Guipúzcoa, y Cristina Andreu, candidata por Zaragoza—y en casi todo coincido con sus análisis. Les he preguntado sobre el viraje del PP (aparentemente) tras saludar con agrado el mensaje de los etarras encapuchados. Y han convenido en que parece haber un viraje electoralista, tras ver lo mal recibido que fue en sus propias filas el mensaje de Rajoy. Por su parte los del PP dicen, claro, que están donde siempre han estado, pero es que entre ambigüedades y silencios a veces no se sabe dónde están. Los de UPyD sí han hablado muy claro y con planteamientos que comparto en grandísima medida. Otra cosa es que vayan a tener éxito, visto el poco eco que sorprendentemente tienen estos planteamientos entre el electorado, y es que el país es el que es y si no, si tuviesen eco, precisamente no habría UPyD; porque no estaría tan maleado y con políticos tan vergonzosos. Hoy mismo oía a Carlos Herrera entrevistar a Urkullu, y daba vómitos oír cómo el nacionalista se preocupaba por el lado etarra de la cuestión, ignorando totalmente a los otros—y cuando le ha preguntado Carlos Herrera por aquella comisión de derechos humanos del parlamento vasco en la que estaba Josu Ternera, le puntualizaba el nacionalista que estaban todos los partidos allí, en esa comisión, como dando a entender que era la normalidad democrática. Y a Ternera cuidaba bien Urkullu de llamarlo por su nombre y no por su mote, un caballero que se tuvo que fugar, sin más. Normalidad absoluta, y apoyo a las víctimas, por parte de Ternera y de él, que presidía la comisión. En fin, qué país de memos encanallados, el que mantiene a personajes como éste en la vida pública... Rubén Múgica ha hablado del exilio forzoso de los vascos, amenazados y avisados por la policía de que mejor se fuesen, incluso. Y de lo crucial que va a ser la toma de postura del PSOE tras lo que prevé va a ser su hundimiento espectacular en las próximas elecciones. Yo no le auguro un hundimiento tan espectacular al PSOE, miren, aunque el panorama que plantean los nacionalistas de verdad va a ser difícil de manejar—en el País Vasco el PSOE ha dejado la situación bien enmerdada (el PNV para qué hablar), y tienen ya el dinero, para la independencia sólo necesitan la decisión, y esa les va a venir con la mayoría parlamentaria. A ver quién les dice que no, a los hechos—Rajoy, lo dudo; y Zapatero los aplaudirá en su exilio donde contemple nubes.  Otra pregunta les he hecho, a los de UPyD, por qué no apoyaron la manifestación de víctimas del terrorismo. No me ha parecido adecuada la respuesta, aunque a mi manera la entiendo—es que la situación en España es tan capciosa, y está el ambiente mediático tan volcado contra las víctimas del terrorismo, que incluso UPyD tiene que hacer cálculos electoralistas al respecto, por no perder votos. Es lo que interpreto. Aun con todo, aunque no me parezca motivo para no apoyar esa manifestación, les votaré, pues visto el panorama... No hay ningún partido, quizá, con el que coincidan al cien por cien ni sus militantes (salvo por el método tan socorrido del encefalograma plano). Así que coincidir en gran medida con la mayoría de los planteamientos de UPyD ya me parece razón suficiente para votarles. Sobre todo, por comparación... Se presentan como un partido progresista, y radical en un sentido: en la defensa del Estado como garante de las leyes y de su cumplimiento, y de la igualdad de los españoles. Lo cual va en contra de muchas prácticas y vicios adquiridos, que serán (preveo) difíciles o imposibles de deshacer. A menos que la ruina nos salve de la ruina, como decía el otro.... Y además, como ha dicho Cristina Andreu, hay que tener en cuenta dos cosas. Primero, los programas de los partidos suenan a música celestial, pero analizando la letra se ven diferencias significativas. En muchos aspectos (ley electoral, pongamos, o reforma del poder judicial) el PP no se moja y piensa mantener el sistema que tantos buenos resultados le da. Y otra cosa: cómo actúa un partido, al margen de lo que dice. Cuando llega la hora de votar, por ejemplo, si las competencias de ordenar la educación han de ser nacionales o locales. Allí el PP siempre ha votado con los nacionalistas, y con el PSOE. Y en tantas otras cosas—el ejemplo que ponían era, una vez más, la ley de apoyo a las víctimas del terrorismo, que no ha puesto coto a la participación de partidos asociados con el terrorismo. Con el voto favorable del PP, y el voto en contra de UPyD. Pues eso, busque, compare, y si encuentra algo mejor, vótelo.  Pero el panorama de los demás partidos parece de noche de Halloween, casi—aun si descontamos a Belloch— así que me atendré a UPyD el Veinte Ene. ¿Voto en blanco? Que nó, hombre, que el voto en blanco es carta blanca, o cheque en blanco. Y el PSOE... eso sí que es voto en Blanco, cosa seria, oigan.




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