viernes, 1 de julio de 2011

Subvención y Sumisión

Bien expresado por César Vidal en una tertulia, a cuenta de los artistas subvencionados y de la SGAE que ahora parecen tener problemas judiciales. Ver minuto 31 y siguientes. Con la subvención de la cultura—y podríamos decir también de la investigación en la cultura— procura el Estado que la cultura deje de tener criterio, y que pase a tener sólo intereses. La subvención tiene un efecto directo y otros indirectos. Su misión no sólo es promocionar determinados tipos de cultura, sino someter las voluntades e intereses para orientarlos con el dinero y las directrices del poder. En un ambiente donde se suele controlar las manifestaciones artísticas y culturales con las subvenciones, cuando la cultura no necesita la subvención, se intenta impedir que salga adelante. Uno de los mayores problemas con la subvención es no que se promociona lo subvencionado, sino que se crea una dinámica en la que se intenta impedir que exista lo no subvencionado. El político quiere cultura subvencionada, porque el subvencionado acaba siendo sumiso. Aunque vaya de rebelde, será una rebeldía institucionalizada y poco crítica con el sistema que la alimenta. Esto no sólo pasa con la "producción cultural", sino también con los estudios sobre esa producción cultural: con los proyectos de investigación subvencionados, llevamos años viéndolo de manera bastante vívida, y experimentando las dinámicas de sumisión de los subvencionados, y de exclusión de los no subvencionados.

 
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