domingo, 26 de junio de 2011

Disfuncionalidades heterosexuales (australianas)

Me he leído últimamente un libro sobre el cine australiano en los años 90, Australian Cinema in the 1990s, ed. Ian Craven—y ahí aparece un capítulo de Nigel Spence y Leah McGirr, armoniosamente escrito sobre las disfuncionalidades de la pareja heterosexual tal como aparecen prominentemente en el cine australiano ("Unhappy Endings: The Heterosexual Dynamic in Australian Film"). Así concluye, con optimismo más que moderado:


Muchas películas recientes proporcionan evidencias sobre unas creencias acerca de las relaciones interpersonales heterosexuales que parecen estar muy extendidas entre los cineastas australianos (si no también entre los australianos en general): se ve cómo hasta las mejores relaciones se caracterizan por una disfuncionalidad porque hay algún tipo de abismo infranqueable, alguna incomprensión esencial, alguna enemistad incurable, entre los hombres y mujeres de Australia. Este rasgo es un obstáculo o barrera , una obstrucción cuyo perfil se vuelve visible únicamente a través de la riqueza, complejidad y honestidad en la representación que se ha desarrollado en la cinematografía australiana en décadas recientes. La barrera entre hombres y mujeres que se puede ver en el análisis de las películas australianas reicentes  demuestra el "énfasis recurrente sobre las frustraciones, desigualdades, y patrones destructivos que actúan en las relaciones", sugiriendo que las relaciones heterosexuales australianas son inherentemente defectuosas. La mutualidad se ve con sospecha, y las relaciones por tanto a menudo no logran éxito, son inefectivas y condenadas al fracaso. Las razones de esta separación son complejas. En las películas australianas examinadas, se han observado factores como una defectuosa comunicación, disfunciones sexuales, el estancamiento emocional, el adulterio, la drogodependencia, la insensibilidad, el alto consumo de alcohol, las expectativas poco realistas, la obsesión, la frigidez, las mentiras, las diferencias étnicas y culturales, las expectativas frustradas, la camaradería masculina, la psicosis, la vejez, la muerte y la agresión sexual, factores que han contribuido a la noción de separación entre hombres y mujeres australianos.

    Sin embargo, el mayor problema bien podría ser la perspectiva negativa que aportan los individuos a sus relaciones desde el primer momento. Una vez han bajado la primera acometida de las hormonas y el "subidón" de gozo inicial, se instalan un pesimismo culturalmente condicionado y un antagonismo casi ritual, y los resultados pueden observarse en la alienación mutua progresiva que caracteriza a las relaciones representadas en películas australianas recientes. "Donde hay confianza da asco", dice el refrán, y donde para empezar sólo había desconfianza, quizá lo mejor que las parejas australianas se puedan decir mutuamente al salir del cine, despues de ser testigos de un ejemplo más de lo mal que llevan la dinámica heterosexual los hombres y mujeres australianos, sea que "Por lo menos a nosotros no nos va tan mal. Aún".
 
 
 
 

 





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