miércoles, 5 de enero de 2011

Los Reyes Magos, pillados in fraganti

Este es el cuento escrito por Oscar, para Deberes—es un deber, esto de los Reyes Magos. En el cuento se juntan el cariño y la nostalgia por los abuelos...  y la Sospecha que corroe a los chavales, y que tan unida va a estas ceremonias y tradiciones. Pero alguien ha decidido entrar en un pacto de silencio, no me cabe la menor.


Los reyes magos

Había una vez un niño llamado Daniel.
Daniel esperaba con ganas la Navidad. Le gustaban los regalos y también le gustaba el acto religioso. Unos días después llegó su abuelo. Quería mucho a su abuelo, que tenía una gran barba blanca y espesa.
Justo el 5 de Enero, el anterior día a los reyes, dijo que tenía cosas pendientes con sus dos amigos. Daniel no quería que su abuelo se fuese. Al final se fue, y Daniel se puso a buscar la razón por la que se había ido. Buscó en su agenda de cosas pendientes. Buscó en el 5 de Enero y decubrió una cosa muy interesante. Decía: 
Ir con Gaspar y Baltasar. Esos nombres le sonaban;
- ¡ah!, exclamó. Ya se acordó de esos nombres tan extraños.
Eran dos de los reyes magos.
-¿Qué tendrá que ver mi abuelo con los reyes magos? Se preguntó.
Quizá tenga unos amigos con esos nombres, pero; que casualidad que se vaya el 5 de Enero, se parezca a como describen a Melchor y tenga DOS amigos llamados Gaspar y Baltasar ¿no?

A la Navidad siguiente, solo que aún en Diciembre, sus amigos Gaspar y Baltasar fueron a comer a casa de su abuelito, y Daniel le preguntó a su abuelito:
¿Puedo ir contigo?
Y su abuelo dijo
-Vale Daniel, y se fueron. En esa casa se entretuvo mucho, y cuando Gaspar y Baltasar llegaron, Daniel vió que también se parecían a la descripción de la mayoría de personas sobre los reyes magos.
 Después de una partida de parchís, le dijeron a Daniel que viese la tele.
Daniel se fue, pero se puso a escuchar por detrás de la puerta.
Hablaron de que tenían que comprar todos los regalos que necesitaban. 
A Daniel le extrañó todo lo que dijeron.
También dijeron que esa noche prepararían los camellos.
Cada vez estaba más seguro de que su abuelo era Melchor, o que trabajaba con los reyes magos. Subió a la buhardilla y vió unas túnicas lujosas de seda oriental de gusano de seda. Ahora sí que estaba seguro de que su abuelo y sus dos amigos eran Melchor, Gaspar y Baltasar, pues decía los nombres en cada túnica.
En el siguiente 5 de Enero el abuelo también dijo que tenía que hacer cosas con sus amigos, pero Daniel se escondió en el maletero del coche donde  el supuesto Melchor iba a reunirse con sus amigos. Llegó a donde sus amigos esperaban con unos camellos con bolsas. Como a Daniel le adelantaron sus regalos por ser bueno,había espacio.Se metió en una de las bolsas y empezó el viaje. En unas horas que parecieron segundos ya casi habían repartido todos los regalos del mundo, quitaron el último regalo de la bolsa, descubrieron a Daniel,y al mismo tiempo gritaron los cuatro:
¡AAAAAAAAAAhh!  . Desde entonces solo Daniel y los reyes magos saben quién es Melchor, y Daniel no se lo dijo nunca a nadie.

FIN






 
 
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