sábado, 17 de julio de 2010

La investigación individual sobra en la Universidad


Veo que se ha remozado la página web de la Facultad de Filosofía y Letras de Zaragoza. Con diseño más moderno y algo más de información. Sigue, sin embargo, sin ser interactiva. Por no aparecer, no aparece ni el e-mail del webmaster. Sin embargo, intentaré localizarlo, y preguntarle una cosilla. Desde hace más de diez años, en la página de la Facultad aparecía mi bibliografía entre los diversos trabajos realizados en la Facultad—revistas, etc. Ahora se ha suprimido—al subdividirse esa página de enlaces en dos distintas: "Revistas" y "Grupos de investigación". Mi bibliografía, al parecer, se ha caído por el hueco de enmedio.

En mi opinión, está muy bien poner lo que hagan los grupos de investigación—aunque en la práctica muchos no hagan constar allí sino su nombre y existencia. Lo que está muy mal es la presuposición consistente en poner sólo proyectos, y no resultados. Está muy bien proyectar, y aún mejor obtener fondos por proyectar, y ponerse medallas a la calidad considerando el proyecto mismo como un mérito. Pero aún está mejor que los proyectos den resultados, y que estos sean accesibles. De hecho, con la nueva Ley de Ciencia zapaterina, todos los resultados de investigación financiados con fondos públicos deben ser publicados en la red, en acceso abierto, y en un plazo breve. (Me parece que esto no lo han procesado aún la mayoría, ni piensan).




Otra cosa que está un poquito mal es la presuposición de que toda investigación que se hace la hacen unos "grupos" de gente. Que tienen que tener una subvención oficial para hacerla, o si no, no es investigación. El signo de los tiempos, desde hace ya unos años, es que quien no está en un grupo, no investiga. Y si investiga, da igual, porque no se le va a tener en cuenta. Como, total, sólo cuenta y figura la pertenencia a grupos y el código del grupo, y no los resultados, que al parecer ni son requeridos ni se les espera... Es un Zeitgeist éste especialmente pernicioso en las Humanidades. Ahora, a quienes sí que les viene muy bien es a los catedráticos, que por esa conjunción de reverencia natural que despiertan entre los demás profesores, y de las redes tácitas de contactos, acaban siendo vez sí vez y otra también los directores de los grupos de investigación. Y oigan, que parece como si aquí todo se hiciese a iniciativas o a lomos de catedrático. Esto crea una dinámica pernicisosa que se retroalimenta. Porque, si tu investigación es ignorada al no estar en un grupo, las opciones más razonables son o bien meterse en un grupo, a rendir pleitesía y engordar el currículum del vecino, o no investigar. Total, pa qué.

—Si es lo que quieren. Apropiarse de la investigación cuatro, y de los fondos disponibles, claro—y decir que eso es "la investigación". Es oficializarla, lo que buscan. Y tendrás que investigar lo que te dicen que hay que investigar—lo que importa, lo que ya está hecho y demostrado y certificado oficialmente que importa. Lo demás, mejor ni tocarlo. Investigar por investigar... mejor, que no investigues. Lo esencial son los grupos. La investigación en sí, sobra, mientras haya grupos de investigación y tengan su código y su subvención.


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