miércoles, 7 de octubre de 2009
Política de comentarios
Quizá ahora que llevo los comentarios cerrados unos días (por desinfección antitroll) sea el momento de aclarar mi política de comentarios. Responderé a los comentarios que vayan firmados, y sean correctos y razonables, disientan o no de mi opinión. No responderé a los comentarios anónimos que sean malintencionados, ofensivos o estúpidos. Si son anónimos y razonables, en principio también los responderé; e incluso sin van firmados y son estúpidos o poco razonables; esto ya lo valoraré en cada caso sobre la marcha. A los que sólo busquen bronca, trolls con firma o sin ella, los borraré o, en los blogs que no administro, los ignoraré.
Mi último ataque de un troll viene de un individuo o ectoplasma poco recomendable que en alguna ocasión ha firmado con correos que señalan a C.M.S., de Zaragoza [pasado un año, lo dejo en las iniciales]. Aquí lo borraremos o ignoraremos, mayestáticamente, en cuanto aparezca. A menos que adopte la falsa identidad de una persona bien educada y razonable, algo que me parece difícil, pero que le recomiendo que intente por si algo se le pega. Para más datos, es de la cuerda aragonesa-nacionalista, de esos que se creen que deberían ser hablantes de aragonés, ellos y el vecino también. Este personaje, al que no conozco y espero no conocer, ha ido más allá de molestar, provocar o hacer el pelma en mi blog. Me ha dirigido escritos que rezuman un odio abyecto, insensato y desmedido hacia mí—hacia mi persona en concreto y todo lo que pienso y soy y hago y digo—tanto que no puedo sino constatar que con ellos se ha declarado enemigo mío.
Bien, espero no tener que hacer aquí una lista de mis enemigos, y quiera Nuestro Señor que todos sean tan faltos de talento como éste—pero lo digo por que la gente sepa a qué atenerse cuando lean comentarios de este sujeto y de sus pseudónimos, que sin duda seguirán apareciendo por aquí y por otros sitios.
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8 de octubre
PS: Bien, siguiendo la pista a direcciones de correo y sitios web con con nombres falsos, llego a identificar a este troll como C. M.—nacionalista aragonés y versado en informática.
Observo, buscando por la red, que tenemos a C. M. C. que se presenta como [¿antiguo?] "responsable de seguridad del Gobierno" autonómico, y tiene diversos blogs, twitters, flickers y demás. Es, según entiendo, responsable de un círculo de nuevas tecnologías en un partido nacionalista. ¿Será un caso de blanco y en botella?
Ruego a C.M.C. que, si no es el bellaco cobarde que me ha estado dirigiendo anónimos insultantes, por favor nos lo aclare. Y si lo es, que se atreva a enviarme los insultos con su nombre, y a hacerse responsable de ellos. Le estaría feo a un responsable de seguridad del gobierno ser un troll, de los de manual. Y a cualquier persona le estaría feo insultar desde el anonimato, y luego no dar la cara cuando le descubren. Un retrato público, por favor.
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9 de octubre
Recibo un comentario en Vanity Fea, con enlace a uno de los blogs aludidos. Muchas gracias a C.M.C. por atender a la aclaración que le solicitaba. Hablo con C.M.C. por teléfono, y me asegura, muy amablemente por cierto, que no es él ese supuesto C.M. que me ha estado enviando anónimos babosos. (Ah, y que en el partido es sólo militante de base, sin los cargos que yo había visto en alguna web atrasada). Tampoco es él el "Carlos" que firmaba comentarios en este post de Purnas en o Zierzo con un patito amarillo. Así que asunto zanjado por ese lado, pues me temo que hemos sido los dos víctimas de un troll lenguaraz. Que por cierto no ha vuelto a manifestarse después de la cuarentena, y esperemos que así siga. No sé si por Purnas seguirá tan pancho el del patito. Dice C.M.C. que no es la primera vez que un troll lo suplanta o le busca líos. Quizá lo mejor sea ignorar toda comunicación con anónimos o con perfiles no identificados, para evitar estos casos en la medida de lo posible.
Ah, y no participar en blogs con administradores que dan cobijo a los trolls.
(Dejo los nombres en iniciales por atender la petición de C.M.C., que venía encontrándose a sí mismo con demasiada frecuencia en este post en las búsquedas de Google).
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ResponderEliminarPrecisamente porque Internet es Internet conviene no apresurarse en achacar a tal o cual persona actitudes trollescas. Si no recuerdo mal, José Ángel, en alguna ocasión también se utilizó tu nombre -así lo denunciaste en un post de tu blog de Blogia, según recuerdo- para realizar comentarios en una bitácora.
ResponderEliminarGratal.
Muy cierto, Gratal. Por eso he preguntado y esperado a que me respondiesen, en lugar de acusar. A mí me las achacaron, las actitudes trollescas, en ese blog de Purnas, al parecer con el beneplácito de todos los allí participantes, siendo que eran casi todos anónimos para más inri... sólo porque disentía de su opinión. Eso ya merecía un coro de insultos. Creo que conviene releer la definición de troll.
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