domingo, 30 de agosto de 2009

Viajes largos




Hoy nos toca hacer setecientos kilómetros de vuelta a casa. Mejor volver allí que ir a muchos otros sitios, por ejemplo a la Costa del Esqueleto, a donde va el capitán Celso. Hemos llegado a un acuerdo con él justo antes de que cada cual emprenda su camino; yo casi prefería no hacerlo, o sin casi. Lo del acantilado me da vértigo, pero ya no hay opción. En fin, siempre estamos en manos del destino, por así decirlo.


Tai-chi acelerado


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