lunes, 11 de mayo de 2009

Autorización para discriminar

(Este texto que sigue lo envié la semana pasada al Rincón de Opinión de la Universidad de Zaragoza. Como (para variar) allí me lo censura un Anónimo Censor, pues lo cuelgo aquí. Y mañana cuento lo que me parece lo de una universidad que censura a sus profesores en un foro de opinión).

Sobre si puede obligarse a los profesores a pertenecer a un Grupo de Investigación:

El pasado miércoles 6 de junio se vio en el juzgado de lo contencioso administrativo nº 3 un recurso que presentamos contra la actuación, o quizá inactividad, de la Universidad de Zaragoza.

Sintetizaré la información que puede encontrarse más detalladamente en otros sitios.

- Soy Profesor Titular, Doctor desde 1988, con tres sexenios reconocidos de mérito investigador.

- Desde hace años, el Departamento de Filología Inglesa y Alemana, al que pertenezco, me impide la enseñanza en Máster, y la dirección de Tesis doctorales, alegando que no pertenezco a un grupo de investigación que reciba subvenciones. En efecto, yo investigo por mi cuenta, ni pido ni obtengo ayudas para proyectos de investigación, pero produzco resultados de investigación igual que los grupos a cuya instancia se ha aprobado esta normativa. Y hasta el sistema Bolonia, nadie me había puesto peros a la hora de impartir segundo ciclo, o cursos de doctorado, o de dirigir tesis. Ahora sí —por norma de la casa.

- Esta norma interna del Departamento, inaudita, fue recurrida ante el Rectorado, en tiempos de Pétriz, y éste emitió dos resoluciones anulando el uso que hacía el departamento de criterios excluyentes, y recordándole la obligación de atenerse a la legislación y normativa universitaria general.

- El Departamento, con un ligero maquillaje terminológico, siguió aplicando su normativa y he seguido sistemáticamente excluido de postgrados y dirección de tesis.

- Los recursos al Rector ante este incumplimiento no han sido contestados.

- Se ha pedido en contencioso administrativo la ejecución de las resoluciones del Rector.

- La abogada de la Universidad, representando es de suponer lo que es la política universitaria al respecto, ha defendido la postura del departamento y la legitimidad de mi exclusión. Es decir, la Universidad, tras dos resoluciones recordando la normativa aplicable al departamento, y tras un silencio administrativo, sale de su mutismo para sentar que sí es exigible la pertenencia a grupos de investigación para dirigir tesis y para impartir clases en segundo ciclo.

- El razonamiento que justifica este proceder es como sigue: se dice que el criterio de pertenencia al grupo es "no excluyente aunque preferente". Y se defiende la actuación del departamento en casos como el mío, en el que sin baremar en ningún momento el conjunto de mi currículum, el Departamento ha constatado que no pertenezco a un grupo de investigación, y me ha negado la petición de docencia en segundo ciclo y la inclusión en el programa de doctorado-incluyendo en cambio a numerosos profesores más recientes y con muchos menos méritos de investigación, sobre la base de que ellos sí pertenecen a los equipos.

- La coordinadora del postgrado de Estudios Ingleses, inspiradora original, y máxima defensora de esta norma (apoyada por los grupos de investigación del departamento) es la catedrática Dra. Susana Onega Jaén. En el Consejo de departamento muchos la votan, claro.

- La postura del nuevo rectorado, tras la actuación indecisa e insuficiente del anterior, supone una vulneración de la normativa universitaria, una contradicción con sus propias resoluciones y una vulneración de sus estatutos, que aseguran que el apoyo a los grupos se hará "sin menoscabo de la investigación individual".

- Es sonrojante que la falta de efectivo de esta Universidad lleve a semejantes lapsos de criterio, por favorecer a un equipo subvencionado —y que la tan cacareada descentralización de la Universidad lleve a la dictadura arbitraria de lo que decida cada feudo en cada departamento, sin criterio ni norma común.

- Y, en suma, si esto es lo que defiende la Universidad por boca de sus abogados, deberían hacérselo mirar.

José Ángel García Landa
Departamento de Filología Inglesa y Alemana
Facultad de Filosofía y Letras
(Universidad de Zaragoza)




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