jueves, 30 de diciembre de 2010

Epílogo al Asunto




En nuestro departamento (Filología Inglesa y Alemana, Universidad de Zaragoza) aún estamos digiriendo la resolución del asunto. Podría parecer un asunto en gran medida irrelevante—una cuestión de ordenación docente—pero es un error: a base de pequeños asuntos irrelevantes tal y como estos, se hace el día a día del trabajo en las instituciones educativas, se planifican los comportamientos y actitudes, y la organización a largo plazo,  y se genera la atmósfera que se respira. Visto desde cerca no es irrelevante—desde lejos, claro, todo lo es, hasta el planeta mismo.

El asunto es complejo, y quien quiera seguirlo en detalle puede hacerlo aquí, leyendo el procedimiento de ejecución definitiva. Pero por resumir, una de las cosas relevantes que se ventilaban eran los límites que tienen los departamentos, o de los coordinadores de las titulaciones, a la hora de valorar la aptitud de los profesores para recibir un encargo docente. Y a quién ha de darse ese encargo docente, cuando hay un conflicto de intereses.

Y la solución que se ha dado, tras un contencioso administrativo, es la siguiente: los desacuerdos en la ordenación docente en la Administración pública se resuelven, por resumir, apelando a la jerarquía académica (catedrático, titular, etc.) y a la antigüedad en el cuerpo.

Nuestro departamento había acordado establecer otras maneras de repartir la docencia—unos años poniendo requisitos especiales de acceso a según qué niveles de la docencia, otros años organizando un concurso de méritos, o acudiendo a los coordinadores para que valorasen la "idoneidad" de un profesor para dar la docencia. Año tras año, el Rectorado primero, y los juzgados de lo contencioso administrativo después, han declarado inválidas estas normas especiales. Y ante la resistencia del departamento a usar las normas de general aplicación, y a aplicar las sentencias, ha habido que recurrir al final a los tribunales.

Primero comenzó el departamento exigiendo que se perteneciese a un grupo de investigación subvencionado para poder optar a docencia en Máster o para poder dirigir una tesis. Esto lo defendieron a capa y espada los catedráticos, con el apoyo silencioso de los miembros de sus equipos, durante años. Fue declarado ilegal. Y entonces pasaron a intentar conseguir los mismos efectos (es decir, relegar a  quienes no perteneciesen a sus grupos) por métodos indirectos—aplicando baremos de manera selectiva para promocionar a sus propios miembros. Y se organizaron concursos de méritos entre profesores funcionarios para distribuir la docencia de las asignaturas—un caso que no sé si se ha dado en alguna otra universidad o departamento; desde luego no que yo sepa. Se nos ha aplicado normativa creativa, algo que siempre es sospechoso, año tras año.

Ante nuestras reiteradas protestas, y ante las reiteradas órdenes del Rectorado y de los Juzgados de anular esas normas "especiales", nuestro Departamento optó por una vía muy poco recomendable. La dirección y los grupos que dominaban el consejo de departamento optaron por desoír esos requerimientos, o hacer un simulacro de atenderlos, y seguir en lo suyo—considerando, al parecer, que jamás las autoridades llegarían a intervenir en el ámbito cerrado donde se tomaban estas decisiones, una burbuja aislada de realidad donde el mundo exterior no llegaba a producir efecto sensible. Llegó a aplaudirse al director y a aprobar su gestión tras anunciar éste que no iba a aplicar las órdenes recibidas del Rectorado a este respecto, y que ni siquiera las iba a dar a conocer al Consejo. Un cuerpo colegiado que actúa así no está actuando con normalidad—desde luego no está cumpliendo sus funciones—sino que más bien se halla embarcado en una extraña deriva que tiene mucho de enajenación colectiva. Porque los individuos saben en cierto modo que están actuando mal—aunque muchos hagan lo posible por no pensar dos minutos sobre esta cuestión—pero se ha generado una atmósfera de vigilancia mutua, y de disciplina de grupo, que hace imposible echarse atrás. Se crea una alianza perniciosa en la que hay cosas ya no cuestionables ni discutibles: los oídos y cerebros se desconectan en cuanto vuelve a tratarse la cuestión, y los votos se automatizan, en una huída hacia adelante. Nadie puede cuestionarlo por la estructura jerárquica de la universidad: estos profesores supuestamente defienden el criterio de idoneidad (mientras sea la idoneidad de ellos), pero de hecho están atrapados en la dinámica feudal más atroz. Si los catedráticos no dan el paso atrás, ninguno de los miembros de sus equipos lo va a dar, pues el espíritu de cuerpo ya prima por encima de cualquier otra consideración: está ya la atmósfera demasiado viciada, los orgullos demasiado empeñados.  Y personas que supuestamente se dedican al análisis crítico de la realidad (de eso va el máster que copaban estos grupos de profesores) en realidad se comportan, en su dinámica institucional, de modo acrítico e irreflexivo, siguiendo las más viejas dinámicas de horda, y desoyendo las consideraciones administrativas o normativas. Las órdenes del rector o del juez pasan a tener menos importancia que las instrucciones emitidas por los catedráticos, o recibidas entre líneas por contemplación mutua. Es, en suma, una pérdida del norte y del sentido de las prioridades, y una corrupción del criterio sabida y consentida.  Esto es lo más grave que ha sucedido en torno al Asunto que nos ocupa.

Ha habido otras cosas graves—porque muchas cosas tienen que fallar para que llegue la cuestión hasta este punto. A una persona le puede patinar el criterio—como sucedió en concreto con la catedrática a quien se le ocurrió reservar la docencia en máster y la dirección de tesis para los miembros de los grupos subvencionados. Más grave es, aunque se entiende tristemente, que sus grupos la apoyen. Más grave es, y se entiende menos, que la mayoría de profesores del departamento hagan dejación de funciones y permitan sacar adelante este tipo de normas. Todavía más grave es, pero también sucede, que la Dirección del departamento desconozca o finja desconocer la normativa, y se embarque en actuaciones irregulares. Esto es lo que hace que los comportamientos irregulares surtan efecto, y convierte la situación de quienes protestan en un nadar contra corriente que requiere realmente constancia y determinación. Se termina de empeorar la cosa cuando el Rectorado, a pesar de dar órdenes al efecto, no cuida de aplicarlas—y de hecho acude a los juzgados, repetidamente, a defender la postura del departamento al que no consigue hacer cumplir las normas. Realmente no lo hemos tenido fácil los promotores del recurso.

Es triste decir que un director del departamento tras otro han seguido sumisamente los deseos e instrucciones de los catedráticos, en lugar de la normativa o las órdenes del Rectorado. Hay que aclarar que desde hace años no son los catedráticos quienes ocupan la dirección del Departamento, sino que colocan allí, con los votos de sus equipos o huestes, a algún simpatizante que aspira a hacer méritos para, quizá, ser él mismo catedrático un día. Los directores son en este sentido hombres de paja que están más pendientes de su futura promoción que de seguir las normas—esto en aquellos casos que pudiesen enfrentarlos a la voluntad de los catedráticos. 


Por suerte, ha habido una orden más directa del juez, con amenaza de multar a la Dirección del departamento y a cada uno de los miembros del Consejo de departamento que habían promovido estas actuaciones o no se habían opuesto a ellas—y de imputarles por prevaricación.   Se nos ha reconocido el acceso al Máster de modo retroactivo, por los años que el departamento ha venido contraviniendo explícitamente las órdenes superiores. La normativa la venía contraviniendo desde hacía más tiempo. Ahora, cada miembro del Departamento ha recibido una notificación del auto judicial donde se le advierte de las consecuencias penales de seguir obstaculizando el cumplimiento de las sentencias judiciales. Esto ha aconsejado un cambio de política. Y ha habido retirada táctica, y se nos ha permitido (con gran desagrado) escoger docencia en el Máster, y figurar en el programa de Doctorado—cinco años después de haber comenzado las maniobras de acoso administrativo e ingeniería normativa para excluirnos. Me imagino que este resultado no me va a hacer más popular, precisamente, dentro de mi departamento, y que se interpretará que lo he producido yo, en lugar de habérselo buscado quienes se lo han buscado. Y es que donde son muchos los interesados en atropellar tus derechos, parece de mal talante y pésimo gusto el defenderlos.

Los criterios sobre ordenación docente pueden ser diversos, y es obvio que donde hay diversidad de criterios pueden surgir conflictos. También es obvio que debe existir un procedimiento para solventar estos conflictos de modo rápido y eficiente—de un modo que no contribuya de por sí a generar más conflictos, o a multiplicar las causas de conflicto. Es imprescindible una normativa clara, y aquí lo único que parece claro es que, en el río revuelto de Bolonia y sus novedades, no ha habido criterios claros ni consciencia por parte de la Universidad de que eran necesarios. Al final ha tenido que ser el juzgado el que recuerde a la universidad cómo se organiza la docencia, en caso de desacuerdo—en un episodio un tanto vergonzoso.

No se organiza por criterios como "quién es el más apto", porque donde hay grupos de intereses organizados y dispuestos a medrar, el más apto es siempre el que más votos cautivos o aliados reúne. La aplicación de baremos de méritos demostró esto de manera bastante rotunda—pues mis colegas votaron con todo desparpajo que, con cuatro quinquenios de docencia y tres sexenios reconocidos de investigación, yo tenía cero puntos de experiencia docente e investigadora para impartir una asignatura del máster. Según baremo.  Esto a mí me perjudica, pero más a quienes actúan así, porque les corrompe el criterio, y les hace confundir la disciplina de su grupo con la realidad de las disciplinas académicas. El juez estimó que semejantes criterios no son objetivos, anuló el uso de baremos con este fin, y ordenó que la docencia se distribuyese por los criterios objetivos de jerarquía académica y antigüedad.

Sería de desear que no se repitiese este episodio, y que todo el mundo recordase los límites que han de respetarse en sus actuaciones. Pero si algo se desprende de la experiencia de estos años, es que la atmósfera no es proclive a la existencia de normas claras, y que los grupos de presión, si están organizados y decididos, pueden hacer mucho para hacer valer sus propios intereses por encima de la normativa. Porque, en este caso, los promotores del contencioso administrativo hemos tenido también la determinación de hacer valer nuestros derechos—pero en la Universidad las cosas no suelen suceder así. Situaciones parecidas se han dado muchas veces en este departamento, pero las personas a quienes los grupos quieren apartar se apartan ellos solos ante la presión ambiental del grupo, y no llegan a ofrecer resistencia administrativa, cuánto menos acudir a los tribunales. Deciden no querer lo que no les conviene querer, por mucho derecho teórico que tengan a ello. Y es esa presión ambiental la manera en que generalmente se solventan los conflictos, o se evita que surjan. Es muy de suponer que en nuestro departamento seguirá ejerciéndose esta presión en la medida de lo posible, y que los grupos y equipos seguirán en lo suyo, a pesar de la lección hasta ahora sin precedentes recibida a través de los Juzgados.

No quisiera sin embargo subestimar el papel y uso de los criterios de jerarquía y antigüedad, para mantener el orden y evitar la generación artificial de conflictos. Porque estos "rechazables" criterios (al decir de nuestros catedráticos) siguen aplicándolos los grupos a rajatabla en su propio seno, para evitar sus propios conflictos—por mucho que los cuestionen y critiquen cuando es un tercero el que apela a estos criterios. Donde hay partidos y partidos tomados, rige una sola ley—la del embudo.

Dar margen de maniobra a los grupos de apoyo mutuo, permitiéndoles un uso elástico de las normas, no mejora la calidad de la Universidad, ni la investigadora ni la de la justicia de sus actuaciones. Más bien promueve actuaciones y comportamientos que, si son muy típicos de la universidad real, bien poco tienen que ver con los ideales que en ella se proclaman.


 
—oOo—


miércoles, 29 de diciembre de 2010

Jokerman (2) & (3)

A toda prisa, justo antes de la cena de fin de año con Jose Mari, Chusa y Rosa, más la Dra. Penas, me ha dado tiempo a grabar una segunda versión de Jokerman. Por la tarde he estado tocando un rato en la plaza, como si aspirase a la fama. Me gusta mucho tocar la guitarra al aire libre. En realidad haría lo mismo si fuese el último hombre del planeta; empecé a perder el miedo a tocar en la calle el día que caí en la cuenta de esto.





Otro dato reseñable: hoy a medianoche, una bonita camarera cubana me ha invitado a una piña colada.  Tampoco es que me pase todos los días.


______________


Tras consultar con la almohada, cambiamos de guitarra y de tono, de sol a la. Y aquí va la tercera versión de "Jokerman", que me ha salido un poco mejor. Oye, que de todos modos alguien la tiene que cantar, rushing in where fools fear to tread.










 
—oOo—


martes, 28 de diciembre de 2010

Con la historia a cuestas: LONE STAR, de John Sayles


Lone Star, de John Sayles, es una excelente película sobre la sociedad de la frontera tejana.  Es una de las películas programadas para la asignatura del máster sobre La representación, que me ha llegado sobrevenida pero que igual tendré que explicar en clase. Mejor remito para una primera impresión a la crítica de Roger Ebert—y la traduzco. Quien quiera una reseña negativa, la tiene en Salon.com, donde Laura Miller achaca a Sayles (con justicia) corrección política y voluntad pedagógica y (bastante injustamente) lentitud, aburrimiento y falta de imaginación. Reseñas, como siempre, hay para todos los gustos en IMDb.

Lone Star de John Sayles contiene tantas riquezas que deja pequeñas a las películas corrientes. Y sin embargo no se nos echan delante para deslumbrar e impresionar. Es sólo más tarde, pensando sobre la película, cuando apreciamos todo el alcance de sus materiales. La he visto dos veces, y después de verla por segunda vez me empecé a dar cuenta de lo profunda y sutilmente que se ha construido la película.

Superficialmente, es puro entretenimiento. Tiene que ver con el descubrimiento de un esqueleto en el desierto de una población de Texas, cerca de la frontera mexicana. El sheriff actual sospecha que el asesinato podría haberlo cometido su propio padre. Mientras explora los secretos del pasado, empieza a enamorarse otra vez de la mujer a la que amaba cuando eran adolescentes.

Estas historias—el asesinato y la historia romántica—son la columna vertebral de la película y nos conducen hasta su final. Pero Sayles está en muchas más cosas que en asesinatos e historias de amor. Empezamos a sentir con la gente de Rio County, donde blancos, negros, chicanos y Seminolas recuerdan cada uno el pasado de maneras diferentes. Entendemos que el muerto, el sheriff Charlie Wade, era un monstruo sádico que se pavoneaba por la vida, pistola en la cadera, inventándose la ley por el camino. Que mucha gente tenía razones para matarlo--y no el que menos su auxiliar, Buddy Deeds (Matthew McConaghey). Se intercambiaron amenazas de muerte en un restaurante poco antes de que desapareciera Charlie. Buddy se convirtió en el siguiente sheriff.

Ahora aparecen el cráneo de Charlie, su insignia y su anillo masónico, en un viejo campo de tiro del Ejército, y el hijo de Buddy, Sam Deeds (Chris Cooper) es el sheriff que investiga el caso. Va por la ciudad, hablando con el antiguo auxiliar de su padre (Clifton James) y con Big Otis (Ron Canada), que llevaba el único bar del condado donde se recibía bien a los negros, y a Mercedes Cruz (Miriam Colon) que lleva el popular restaurante mexicano en el que tuvieron lugar las amenazas de muerte.

Por el camino, Sam hace un favor. Han arrestado a un chaval por sospecha de robar radios de coche. Lo suelta para encargar la custodia a su madre, Pilar (Elizabeth Peña). Le gusta verla otra vez. Pilar y Sam estuvieron enamorados de chavales, pero sus padres los obligaron a romper, quizá porque ambas familias se oponían a un matrimonio mexicano-anglo. Ahora, de manera tentativa, empiezan a verse otra vez. Ona noche en un restaurante vacío ponen en la sinfonola "Since I Left Your, Baby", y bailan, tras andar a vueltas uno alrededor de otro antes, en un momento muy erótico.

Todos estos acontecimientos se desarrollan de manera tan natural y absorbente que no podemos sino seguir la marcha. Sayles ha hecho otras películas con varios hilos de acción (su City of Hope de 1991 seguía una enmarañada red humana a través de la política de una ciudad de Nueva Jersey). Pero nunca lo ha hecho de una manera que hechize la atención de esta manera: como Faulkner, crea un sentido firme de la manera en que los males del pasado rondan por el presente, y cómo las viejas heridas y los viejos secretos se abren para los supervivientes.
 
Lone Star no va simplemente sobre la solución al asesinato y la resolución de la historia de amor. Va sobre cómo las gentes intentan vivir juntas en este momento en América. Hay escenas que al principio parecen tener poco que ver con las líneas principales de la historia. Una reunión de un consejo escolar, por ejemplo, en el que los padres discuten sobre libros de texto (y están en realidad discutiendo sobre la visión de quién ha de prevalecer sobre lo que es Texas).

Escenas que tienen que ver con el coronel afroamericano (Joe Morton) encargado de la base militar de la localidad, cuyo padre era Big Otis, el dueño del bar.

Otra escena sobre una joven negra, cabo del ejército, cuya entrevista con su comandante revela una visión sorprendentemente clara de por qué la gente se alista al Ejército. Y conversaciones entre el Sheriff Deeds y ancianas viudas de largas memorias.

Las interpretaciones se combinan a la perfección; notas cómo estos personajes han vivido juntos mucho tiempo y saben cosas de las que no han hablado durante años. Chris Cooper, como Sam Deeds, es una presencia alta y lacónica que se desplaza a lo largo de la película, enterándose de una cosa aquí y otra allí, y aprendiendo al final algo sobre sí mismo. Cooper se parece algo a Sayles: proyectan la misma inteligencia vigilante.

Como Pilar, Elizabeth Peña es una presencia femenina cálida y rica; su amor a Sam no se basa en nada simple como el erotismo o la necesidad, sino en una convicción fiera y profunda de que éste debería ser su hombre.

Kris Kristofferson, como Charlie Wade, saca aristas duras y ojos mezquinos, y hay una escena en la que mata a un hombre de un disparo y luego reta a su auxiliar a ver si dice algo. El espíritu maligno de Wade en el pasado se pasea a lo largo de toda la película, y hay que exorcizarlo.

Y hay tantas cosas más. Ni siquiera aludiré a las sorpresas que están a la espera. No son sorpresas estilo Hollywood--o sí, en cierto modo lo son-- pero son también verdades que crecen desde de los personajes; lo que llegamos a saber sobre ellos parece no sólo natural, sino instructivo, y hacia el final de la película sabemos algo sobre cómo ha convivido la gente en esta población, y lo que les ha costado.

Lone Star es una gran película americana, una de las pocas que intentan seriamente contemplar con los ojos abiertos la manera en que vivimos ahora. Ambientada en una población en la que hasta hace muy poco se imponía una rígida segregación racial, muestra cómo los chicanos, los negros, los blancos y los indios compartían una historia común, y cómo se conocían unos a otros y trataban unos con otros de maneras que no figuran en el mapa oficial. Esta película es una maravilla -- la mejor obra hasta la fecha de uno de nuestros cineastas más originales e independientes-- y una vez ha terminado, y empiezas a reflexionar sobre ella, comienzan a florecer sus sentidos.



Hasta aquí Roger Ebert. 

 

Lone Star es una película sobre la etnicidad y sobre el peso del pasado—tratado aquí de manera reflexiva, un tema inevitablemente presente en las películas norteamericanas (o en muchas de ellas) pero a menudo sólo como parte del trasfondo, o evitado en el desarrollo de la historia principal. Aquí está en el centro—y los dos temas son en realidad el mismo, como las relaciones entre comunidades étnicas en el presente están marcadas y condicionadas por lo que han sido sus relaciones (de opresión, de confrontación) en el pasado.

Y esto se muestra de manera a la vez teórica (en el debate sobre la enseñanza de la historia) y práctica, en la manera en que se comportan y ven la cuestión los diversos personajes. Por ejemplo, los mismos que debaten sobre la enseñanza de la historia en el instituto—lo que son hechos para unos, son propaganda o distorsión de la historia para otros.

Vemos vívidamente cómo están hechos los personajes de su pasado, de lo que ha sido la historia de sus familias y de sus relaciones mutuas en la comunidad. Y, más allá, de la historia de sus comunidades enfrentadas. Una relación con la historia que es opresiva—tanto más en un pueblo, porque en los pueblos todo el mundo se sabe tus antecedentes y los de tu familia de manera harto incómoda.  Sam Deeds ha estado fuera de su pueblo durante años; había puesto tierra por medio, traumado por la presencia demasiado presente de su padre, un sheriff muy apreciado, pero que se comportó con él de modo inexplicablemente autoritario.  Y habiendo pasado por un matrimonio traumante (vemos a su ex Bunny, con la que se haría difícil aguantar una relación de más de media hora), vuelve al pueblo natal, buscando contactos para colocarse.... y acaba, contra su vocación, en los zapatos de su padre, como nuevo sheriff.

Pero no durará mucho en el puesto, pues vemos que no está dispuesto a seguir las indicaciones de los próceres locales, que van a promover a su auxiliar, más dócil, para el puesto.

Con la investigación en torno al asesinato del racista sheriff Wade, se reencontrará Sam con su pasado. A lo largo de la película él, y el espectador, creen adivinar que fue el buen sheriff Buddy Deeds quien mató a Wade, antes de dejarse matar por él.  Pero al final resultará que fue el dócil y acogotado auxiliar de Wade el que disparó contra él, para impedirle cometer uno de sus crímenes racistas, cuando iba a matar a Big Otis. Entre los tres—el auxiliar homicida, Buddy Deeds y Big Otis—hacen desaparecer el cuerpo y mantienen el secreto durante años, hasta que sale el esqueleto como si fuese una fosa de la guerra civil.  Ya preguntan si es el esqueleto de Davy Crockett, ya... el pasado es presente. La estrella solitaria de Texas, con su opción contra Mexico y a favor de los estados esclavistas, es una presencia del pasado en los bares de blancos y en la solapa de los sheriff. Las escenas del presente y del pasado no contrastan mucho, no más de lo inevitable—con la figura de los sheriff de distintas décadas casi idéntica, y sus estrellas también. Otras cosas cambian, pero actitudes permanecen. Las comunidades siguen separadas. Los espaldas mojadas siguen cruzando Rio Grande. Los negros que intentan promoverse socialmente tienen problemas de ajuste con su comunidad (como el comandante). Las relaciones interraciales son criticadas, como lo es una pareja de militar negra y blanco—y se hace difícil criticar a los que critican cuando lo hacen en confianza. Es terreno minado, lleno de plomo enterrado y serpientes de cascabel agazapadas, mejor no hurgar mucho.

Las transiciones al flashback se hacen con frecuencia por un simple movimiento de cámara, sin fundido ni corte, para enfatizar esta continuidad. (Es uno de los rasgos estilísticos que al principio llaman más la atención). Pero también se pasa al pasado en conversaciones,  en pensamientos, recuerdos... o en actitudes, como cuando vuelven a cortejar Sam y Pilar.  Al final nos enteramos de por qué las dos familias interrumpieron tan violentamente su relación—eran hermanastros, o sea que el rechazo racial oficial en realidad escondía una relación erótica ilegítima. Sam sigue descubriendo pies de barro y también la humanidad de su padre, son difíciles las relaciones con los padres en esta película. Esta historia secrata es un poco el emblema de la interpretación que da la película del contraste entre políticas oficiales, que trazan fronteras imaginarias, y los hechos, las cosas que hace la gente—que muchas veces se las saltan o hacen lo posible por hacer que no existan. Claro que las políticas oficiales también las implementa la gente...

La ambivalencia hacia el pasado llega a su cumbre en el momento final de la película. Los amantes se reúnen frente al viejo drive-in cinema en el que los separaron a la fuerza hace treinta años. Ahora Sam ha descubierto el secreto que los une y los separa, y no sabe si continuar la relación. Pero Pilar le animará a seguirla, manteniendo el secreto de sus orígenes. Aclara (es un detalle curioso si se interpreta simbólicamente) que no puede ya tener hijos—con lo cual la integración de ambas comunidades en esta historia promete seguir siendo a la vez una perpetuación de la separación.  Pero a la vez la película propone la solución imaginaria de la relación erótica como respuesta, como decía Fredric Jameson, a los problemas reales de la confrontación étnica.  Pilar concluye la película diciendo que hay que "olvidar El Alamo"—la confrontación épica que selló la identidad tejana con la supremacía de una comunidad sobre la otra. Es un proyecto, el olvido activo de la historia, pero no hay que creer que la película lo hace suyo—es una de las opciones que presenta a sus personajes tomando. La imagen del viejo drive-in destrozado alude al cine como perpetuador de mitos de separación y contraste—en la película que veían cuando los separaron a ellos, una blanca y una negra huían atadas una a otra por un bosque.   Ahora la pantalla está en blanco—pero es sólo la pantalla representada en la pantalla que vemos. La auténtica pantalla no está en blanco, y ésa muestra cómo no podemos olvidar El Álamo, cómo estamos hechos de historia y la acarreamos en nuestro propio ser—y que sólo hay que excavar un poco para que salgan a la luz los esqueletos escondidos.








Lone Star. Writer and dir. John Sayles. Cast: Stephen Mendillo, Stephen J. Lang, Chris Cooper, Elizabeth Peña, Oni Faida Lampley, Eleese Lester, Jose Stevens, Gonzalo Castillo, Richard Coca, Clifton James, Tony Frank, Miriam Colon, Kris Kristofferson, Jeff Monahan, Matthew McConaughey, Joe Morton, LaTanya Richardson, Eddie Robinson, Ron Canada, Chandra Wilson, Tony Armendola, Gordon Tootoosis, Frances McDormand. Music by Mason Daring. Photog. Stuart Dryburgh. Ed. John Sayles. Prod. des. Dan Bishop. Art dir. J. Kyler Black. Assoc. prod. Jan Foster. Exec. prod. John Sloss. Prod. R. Paul Miller and Mggie Renzi. USA: Columbia / Castle Rock  / Rio Dulce, 1996.



 
—oOo—

Y ahora, en el aire, cuatro a la vez

Batiendo minirécords, más propios que ajenos, resulta que ahora tengo simultáneamente cuatro artículos en una lista de Top Ten del Social Science Research Network—cuatro de diez en la parte de la izquierda, o sea, entre los artículos más leídos de esa lista sobre Otras Literaturas en lengua inglesa (que por lo que se ve no es muy leída ni concurrida). Tres sobre Beckett, y otro sobre Rushdie, éste en colaboración con la Dra. Penas; todos de hace quince o veinte años, y ahora los va leyendo alguien por fin.  Claro que también podría decirse, con igual justicia, que son los artículos menos leídos de la lista....




5     14     'Abstracted to Death': The Aesthetics of Bilingualism and Translation in Beckett's Prose
Jose Angel Garcia Landa,
Universidad de Zaragoza,
Date posted to database: May 18, 2010
Last Revised: May 18, 2010
6     11     'Till Nohow On' - The Later Metafiction of Samuel Beckett
Jose Angel Garcia Landa,
Universidad de Zaragoza,
Date posted to database: April 6, 2010
Last Revised: April 21, 2010
7     11     'Unnullable Least': Beckett's Minimalism and Metafiction in the 80s
Jose Angel Garcia Landa,
Universidad de Zaragoza,
Date posted to database: May 3, 2010
Last Revised: May 3, 2010
8     11     Intertextuality and Exoticism in Salman Rushdie's the Moor's Last Sigh
Beatriz Penas Ibáñez, Jose Angel Garcia Landa,
Unaffiliated Authors - affiliation not provided to SSRN, Universidad de Zaragoza,
Date posted to database: May 16, 2010
 Last Revised: May 16, 2010


Por cierto, globalmente, en el SSRN ocupo ahora ("ya", porque sigo subiendo) el puesto 5328 entre 150281 autores. No es para animar a nadie, realmente, pero sí que hay que reconocer que vengo a estar entre el 4% superior en cuanto a éxito moderado se refiere.

_____________

PS, 2020: A diez años vista, hay que reconocer que la cosa ha mejorado. Rara vez estoy entre los diez más leídos, pero en cambio he subido a situarme en el 0,2% superior, en número de lecturas. Y eso entre 500.000 autores del SSRN. En número de artículos aceptados, estoy aún más sorprendentemente ubicado: en el 0,003% superior. Del mundo, digo.


—oOo—

lunes, 27 de diciembre de 2010

Fotos viejas y nuevas

Mirando fotos nos encontramos con viejos conocidos. Algunos aún siguen vivos, aunque cambiados. A otros ya sólo los veremos en foto— pero en el mundo de las fotos la diferencia entre unos y otros es menor, y se allí cambia menos. De un rincón de un banquete de bodas ha salido esta foto de Mireya.

 

 





 
—oOo—



domingo, 26 de diciembre de 2010

Repaso a Monsieur Verdoux


Un nuevo artículo, o quizá reseña, en Academia: "Monsieur Verdoux—notas sobre un caso ambiguo". También en SSRN.

Comentario de la película de Charles Chaplin MONSIEUR VERDOUX (1947), con atención a las dinámicas ambivalentes de identificación y de abyección propuestas por el film, y a la relación de éstas con el contexto cultural, ideológico y personal/psicológico de su creación.



sábado, 25 de diciembre de 2010

Por qué te vas (2)


Aquí ensayando una canción de Jeanette. O era de Cecilia. Bueno, de alguien que se marchó.









Recortes universitarios

Hay en Fírgoa un dossier monográfico sobre los recortes universitarios del Reino Unido.  Cuando las barbas del vecino veas pelar... Les mandaría la referencia a los anglistas españoles de la lista de AEDEAN, pero casi como que prefiero no chafarle las navidades a nadie.  La lógica que hay detrás de la reforma universitaria del Reino Unido la expone con claridad meridiana este artículo de Stefan Collini en la London Review of Books. Reseña el Informe Browne, que es más o menos el equivalente británico del Informe Bricall.  Como allí se explica, es básicamente un paso de la universidad como formación, universidad de profesores y alumnos, a la universidad como proveedora de servicios—universidad de vendedores de títulos y de clientes. Compitiendo entre ellas en el mercado educativo, para maximizar recursos y (se supone) eficiencia. Queda la duda de si (en España, si no en el Reino Unido) la competición entre universidades no iba a ser al alza, para mejorar su calidad, sino a la baja, para garantizar a los clientes que salen con su título bajo el brazo lo más rápidamente posible. Algo de eso ya vamos viendo, cuando se nos está sugiriendo que en los nuevos grados va a haber un cupo de aprobados reglamentario (para no ser sospechoso de nada) de entre un cincuenta y un noventa y cinco por ciento.

Dar un máximo de formación con un mínimo de esfuerzo. Y el exceso de formación, y el exceso de esfuerzo, a recortarlos, junto con los gastos. Vaya, parece que se va perfilando un objetivo.

 
—oOo—

En el alto el Pirineo

Las jotas no son lo mío, pero alguna vamos practicando. Claro que del deseo a la realidad...









Pippin Christmas

Viernes 24 de diciembre de 2005

 

PIPPIN CHRISTMAS!!!



(Es la Felicitación Friki que se han inventado nuestros hobbits particulares y true fans de Tolkien, Ivo y Oscar).




 
—oOo—


jueves, 23 de diciembre de 2010

Retrotracción sin retractación

Hoy hay Consejo de Departamento, el último del año, esperemos, con un punto único en el orden del día: la ejecución del auto judicial y orden del Rector que reconocen nuestro derecho prioritario a impartir docencia en el máster, por encima de los miembros de los equipos de investigación que habían sido colocados allí por sus directores de equipo alegando su supuesta idoneidad. Se trataba de ejecutar las órdenes de Juez y Rector, que eran muy claras al respecto.

Aparte, hemos hecho unas valoraciones sobre el caso, y unas peticiones adicionales. Aquí las peticiones:


Al Consejo del Departamento de Filología Inglesa y Alemana (1):

Con relación al contencioso docente que nos ha venido ocupando desde 2005, y es asunto único del Consejo del día de la fecha, solicitamos que se realicen las siguientes actuaciones administrativas, al hilo de las ordenadas por el Rector con fecha 14/12/2010:

1) Que se nos desasigne la docencia  en las asignaturas "Literatura de la segunda lengua (francés)" y "Lengua inglesa II" que de oficio se nos asignó a cada uno de nosotros cuando en segunda vuelta de la última fase del P.O.D. 2010-2011 se asignó la docencia en la asignatura del máster a los otros profesores.

2) Que se dé solución a esa necesidad docente derivada, y se aclare si esa docencia se va a asignar también de oficio a los profesores que quedan desasignados del máster. O si se les va a asignar alguna otra docencia.

3) Que la Profesora Secretaria nos extienda certificación de la docencia que se nos asigna en Máster, por retrotracción del procedimiento, para los años 2007-2008, 2008-2009, 2009-2010, y 2010-2011. 

4) Que el Departamento comunique a la comisión de docencia de la Facultad la nueva asignación docente para que se haga efectiva, a todos los efectos, incluida la evaluación docente de años anteriores, la retrotracción del procedimiento por ficción legal ordenada por el Juez. Que la evaluación que ya consta en los años en cuestión para las demás asignaturas de nuestra ficha docente se aplique a la nueva ficha que acabamos de firmar.

5) Que el Departamento comunique al Sr. Decano todas las actuaciones relativas a este auto de reordenación docente, a los efectos a que hubiere lugar (cambios en la información difundida por la facultad, en las incompatibilidades horarias, etc.).

6) Que la Sra. Coordinadora del Máster introduzca los cambios pertinentes en la memoria del Máster de Estudios Textuales y Culturales en Lengua Inglesa. Así como en la memoria del Doctorado de Estudios Ingleses, que sigue conteniendo información atrasada o inexacta e incumpliendo las instrucciones judiciales, a pesar de nuestras reiteradas peticiones y de las órdenes del Rector y del Juez al respecto.

6) Procede asimismo que el Departamento como tal, al margen de las opiniones particulares de los individuos, emita una disculpa por una actuación irregular y, según palabras del Juez, "temeraria", en el asunto que nos ocupa, y por la pérdida de tiempo y esfuerzo que ha supuesto para todos, pero muy especialmente para los promotores del recurso y damnificados por la actuación irregular del departamento.

Zaragoza, 23 de diciembre de 2010.

José Angel García Landa    Beatriz Penas Ibáñez



Este escrito lo ha recogido la Dirección del Departamento sin plantear objeciones—en la parte que le corresponde. Veremos quién cumple estas peticiones. Seguramente habrá que contactar con el Vicerrectorado si hay una parte que no corresponda ejecutar al Departamento. Sí queda muy claro que se nos asigna la docencia del máster para los años 2007-2011, conforme veníamos solicitando.

No se nos asigna desde el principio (2006-7) porque la retrotracción ordenada por el juez no se extendía hasta el principio del máster—aunque, como he recordado, la decisión arbitraria de excluirnos por no pertenecer a los grupos de los catedráticos se tomó en 2005, y la ordenación docente del máster fue irregular desde el principio.

Pero parece que también queda claramente aceptado hoy que los criterios para elegir docencia en el futuro (y en el pasado) serán, en ausencia de consenso al contrario, los de jerarquía académica y antigüedad.

Ahora bien, constatamos que al menos en este Consejo (y hubiera sido lo lógico) no se hace ningún gesto explícito para anular nuestra carga docente excesiva impuesta de oficio, ni para reasignar esa docencia a ninguna otra persona.

Y sobre el último punto: las disculpas. El Director Dr. Guillén sí se disculpa personalmente por alguna insuficiencia en su gestión—no queda claro exactamente por cuáles, ni si va dirigida a nosotros la disculpa—pero se niega a asumir, o a someter a votación, una disculpa institucional en nombre del departamento, alegando que no está en el orden del día. Tal parece ser el consenso general—que no es oportuna una disculpa. Sólo un colega de todos los presentes, el Dr. Hübner, hace constar muy claramente que sí se había actuado mal, y que desde luego él, a título personal, sí presentaba disculpas por no haber impugnado en su momento la actuación del departamento. Cosa que le agradecemos.

Un punto de crueldad sí que ha tenido el Dr. Hübner, cuando ha insistido en que hubiese o no problemas con la aplicación Odile (de gestión de ordenación docente) estos cambios se tenían que realizar también en los años anteriores, y constar allí. "Odile es una máquina", le ha dicho al Director—cruel, como digo, pues de todos es conocida la debilidad que siente el Dr. Guillén hacia Odile.

Nosotros queríamos agradecer, por nuestra parte, el apoyo de los escasos colegas que nos han apoyado ya sea dándonos ánimos o con su voto—y muy particularmente a la Dra. Muñoz, que se tomó la molestia de impugnar sistemáticamente cada una de las actuaciones incorrectas. Pero el Director no permite más intervenciones, ni ruegos ni preguntas, y nos quedamos con la palabra en la boca. Bueno, por lo menos, sí puedo poner aquí lo que se podría decir al respecto:

Rogamos que tras la resolución del contencioso docente que nos ha ocupado a lo largo de estos años, se haga constar en acta nuestro agradecimiento a las personas que ocasionalmente nos han apoyado con su voto favorable a nuestras posiciones. Y muy especialmente, nuestro agradecimiento a la Dra. Micaela Muñoz Calvo, por su certero sentido de la justicia, su constancia en la defensa de los derechos de sus compañeros, y su valor personal en esa defensa.

Que falta le ha hecho, pues el ambiente generado ha sido en ocasiones francamente desagradable, y todo por una cabezonería de cuatro—que ni siquiera se puede decir que fuese de veinticuatro. Y por el desconocimiento de las normas por parte de los sucesivos directores, o su deseo de ignorarlas por bailarles el agua a los catedráticos. Para amantes de la memoria histórica, así es como empezaba hace cinco años esta batallita en concreto, la del máster de Calidad.

No sabemos si, pasado el cabreo inicial, la solución de hoy hará que el ambiente vaya a mejor en el futuro. En la reunión de hoy hemos pedido que conste en acta el escrito anterior de peticiones, y éste valorativo sobre el conjunto del proceso:


Al Consejo de Departamento de Filología Inglesa y Alemana (2):

Con relación al contencioso docente que nos ha venido ocupando desde 2005, y es asunto único del Consejo del día de la fecha, los promotores del recurso consideramos necesario y justo hacer constar lo siguiente:

Que la actuación de la coordinadora del Máster y sus co-coordinadores, en primera instancia, y de la Dirección del Departamento a continuación, ha dejado mucho que desear, y merecería dimisión o cese.

A modo de ejemplo de malas prácticas, la Coordinadora del Máster alegó repetidamente (según se recordará) que la aplicación informática no permitía siquiera que se introdujesen nuestros nombres en la memoria del Máster. Ha de constar que los criterios de calidad supuestamente obligatorios que se alegaron durante años para excluirnos de los nuevos Doctorados y Máster han resultado ser prejuicios subjetivos, e ilegales en tanto que supuestos criterios.

Otro ejemplo de mala práctica es el hecho de que tengamos que estar hoy reunidos con este asunto aún pendiente. Esto causa perjuicios económicos y pérdida de tiempo para la Universidad, el departamento y su personal, todo por resistencia pasiva (o activa) a ejecutar unas órdenes que el juez ya emitió en sentencia hace más de un año. Según el Diccionario de la Real Academia, no sólo el incumplimiento deliberado, sino también la ignorancia inexcusable de las normas por las que se rige la administración a la que uno pertenece, es constitutiva de prevaricación. Y recordaremos que hace un año el Director y el Consejo se negaron explícitamente a aplicar la sentencia en sus términos, alegando que no existía la figura legal de la retrotracción del procedimiento que era ordenada por la sentencia.

Asimismo, decían desconocerse las normas de ordenación docente que rigen en la Universidad, y que son las siguientes: la ordenación docente se hace preferentemente por consenso, y, en ausencia de éste, aplicando los criterios de jerarquía y antigüedad. Recordemos que nuestro Consejo de departamento se ha regido únicamente por el criterio de jerarquía o cuerpo, que nunca ha sido contestado por nuestro "democrático" departamento aunque no es de por sí más válido que el de la antigüedad. Dadas las opiniones que ha venido emitiendo el Director en las reuniones tras la recepción del auto, sobre la carencia de normativa propia en la Universidad de Zaragoza, conviene recordar que donde se diese carencia de normativa propia rige la normativa general, y ésta no puede suplirla o contravenirla un departamento.

Se han producido daños importantes a nivel personal y a nivel institucional, y no sólo para los promotores del recurso. Hay estudiantes que se han interesado por nuestras líneas de investigación—como lo demuestra la continuidad de matrícula hasta el día de hoy en las líneas de investigación del doctorado antiguo hoy en extinción. Pero hay otros doctorandos que, interesados en nuestras líneas de investigación, han tenido que matricularse en otras universidades por la discriminación evidente hacia nuestra persona que aquí encontraban. No es justo para un estudiante tener semejante incertidumbre planeando sobre su carrera.

Siendo como somos profesores no sólo Licenciados y Doctores, sino también ambos becarios Fulbright y titulados Máster en universidades norteamericanas de élite (Brown y SUNY), con numerosos quinquenios y sexenios de evaluación de la calidad docente e investigadora, nos hemos visto excluidos y desacreditados de manera totalmente gratuita y arbitraria por quienes no tienen estas cualificaciones. En modo alguno puede alegarse que nuestra exclusión haya contribuido a elevar la calidad del máster. Tampoco puede alegarse que los coordinadores o la dirección desconociesen estos extremos.

Por último, queremos recordar a los miembros del departamento que por pasividad o interés u otros motivos han permitido nuestra exclusión, alegando que el asunto no les concernía, y que les molestaba nuestra reiteración, que el Auto judicial cuya copia han recibido personalmente ha dejado bien claro que velar por el cumplimiento de la normativa es obligación y no sólo derecho de todos los funcionarios. Y que la molesta reiteración se hubiera evitado si ellos mismos hubiesen parado este asunto a tiempo.

A estas alturas del procedimiento, han quedado bien claras las reglas del juego y la naturaleza de las actuaciones pasadas. Consideramos que las actuaciones futuras del departamento que contravengan las sentencias y auto del juez, al no poder achacarse a desconocimiento, habremos de considerarlas actos de acoso moral.

Confiamos, sin embargo, en que los miembros del Departamento entenderán que todos saldremos beneficiados de un ambiente de trabajo y convivencia en el que las normas estén claras y los comportamientos sean adecuados y conformes a derecho.

Zaragoza, 23 de diciembre de 2010.

José Angel García Landa    Beatriz Penas Ibáñez


Por las actitudes observadas, sin embargo, no parece que haya habido una reflexión sobre los errores cometidos. Había constatación de la derrota—qué remedio, a la fuerza ahorcan—pero poco propósito de enmienda.  Aunque queda muy restringida la capacidad de maniobra, y de coacción, una vez hay criterios claros y objetivos para la ordenación docente. 
El Director ha dicho que considera su gestión muy buena, porque los Juzgados sólo le han tenido que enmendar el uno por ciento, y no ha manifestado ninguna tentación de dimitir. Los catedráticos allí presentes han hecho saber su disconformidad con los criterios universitarios de jerarquía académica y antigüedad a la hora de elegir docencia—aunque, que sepamos, nunca se han opuesto al uso del criterio de jerarquía académica para pasar ellos antes que todos los demás—bien lejos de ello.

Y sus Equipos y Grupos, pues estaban como siempre a lo que manden, básicamente. Con el criterio desconectado y subidos al carro, que nos lleven a donde digan los que mandan. ¿Que hay que votar en contra? Pues votamos en contra, sin mirar qué se vota. ¿Ah, que ahora no hay que votar en contra? Pues no votamos en contra. ¿Ah, que no hay que disculparse? Pues no nos disculpamos.

Qué feliz irresponsabilidad.

Y a correr, que con estas virtudes es como mejor se hace carrera aquí—yendo a donde va Vicente, y en equipo. No se habrán retractado, pero (una vez más) se han retratado.


 
 
—oOo—


miércoles, 22 de diciembre de 2010

Enseñanzas pasadas, presentes y futuras

Hoy doy mi última clase de 2010, sobre "The Middle Years" de Henry James— y también empieza a despejarse el panorama sobre mi docencia pasada, presente y futura. Aunque aún no está clara del todo la cosa.

Es que queda todo el presente, y el futuro, y hasta el pasado, alterado a consecuencia de la famosa sentencia sobre nuestro contencioso departamental, y el auto que ordena su ejecución forzosa.

En lo tocante al futuro, hemos tenido una reunión de ordenación docente, unos treinta profesores del departamento en la Facultad de Filosofía y Letras. Con vistas a la implantación del Grado de Estudios Ingleses, que este año estrena su primer año, y que se va a ir solapando con la licenciatura a extinguir, la de Filología Inglesa. Por cierto que los primeros graduados se graduarán el mismo año que los últimos licenciados—material viejo y nuevo que aterrizará a la vez en el mercado de trabajo, los licenciados con un año más de clases a sus espaldas.

Yo no tenía muy claro qué iba a dar en el futuro en el Grado, visto que las asignaturas que había venido impartiendo se han volatilizado, un mal pensado podría pensar que habrá sido por no estar yo en la comisión que diseñó el grado. Así, por ejemplo, yo venía dando desde hace años un grupo sobre Shakespeare, pero ya lo tuve que dejar al reducirse los grupos por la crisis. Y en el nuevo grado se ha suprimido la asignatura monográfica de Shakespeare—primer caso de la historia quizá en el que el Bardo va a menos.  Claro que nadie le quita a Guillermo que haya sido el único autor que ha tenido una asignatura para él solito en nuestras licenciaturas.  Ahora ni licenciaturas habrá.

La otra asignatura que venía yo impartiendo con variantes de nombre desde los años ochenta es Crítica Literaria Inglesa y Norteamericana. Otra víctima de los recortes. Algunos estudiosos como Ronald S. Crane pensaban que la teoría y crítica literaria era la asignatura central de este tipo de estudios en los que nos embarcamos. Nuestra Comisión es obvio que no ha sido de ese parecer—y los estudiantes tampoco, pues siempre ha sido una asignatura minoritaria. Me temo que este curso la impartiré por última vez, y allí se cierra un ciclo. Los nuevos Estudios Ingleses requieren menos teoría y crítica literaria, asignatura con fama de difícil y abstracta, y un poco más de Actividades en Clase.

Las asignaturas que daré en el futuro pueden ser, quizá, la Literatura Inglesa 2 del Grado (literatura de los siglos XVII y XVIII, pero sin Shakespeare) y el Teatro Inglés (ahá, con Shakespeare, más que probablemente). De estas dos tendré que elaborar una Guía Docente al gusto de Bolonia. El Comentario de Textos, otra de las asignaturas que vengo impartiendo desde hace años, no es que desaparezca en el Grado, pero se reduce y contrae, termina de ser conquistado por la Secta del Cine, y lo poco que queda de literatura lo ponen en primero—yo, francamente, prefiero cursos un poquito más avanzados.

Y mi docencia se completará (quizá) con una asignatura del Máster, bone of contention de todos estos años... desde que por ocurrencia o inspiración de la Dra. Onega, nos expulsaron de los programas de Máster y de Doctorado a todos los que no pertenecíamos a los grupos de investigación subvencionados. Esto lo recurrimos en una larga historia, y esta semana se les ha comunicado a todo el mundo la sentencia judicial, que anula y desautoriza todo lo hecho al respecto por el departamento en los últimos cinco años.

En suma, que (hasta que el departamento se llene de catedráticos) podré impartir una asignatura en el máster, sin que nadie me ponga barreras administrativas ni objeciones—por mucho que les gustase a algunos hacerlo, que sobre gustos no hay nada escrito. Puestos a hablar de gustos, mí también me gustaría ver unas pocas dimisiones, a consecuencia de una gestión tan desastrosa y conflictiva.  Pero me conformaría, a una mala, con que la gente recapacitase y no se volviese a embarcar en semejantes naves agujereadas. ¿Lo harán? Ni se sabe. Mañana, en el Consejo de Departamento que ha de aplicar la sentencia, igual vemos más claramente por dónde respira el personal.

Hoy mismo, y ayer, se ha enviado comunicación a cada uno de los miembros del departamento, para que pasen por secretaría a recoger la comunicación de la sentencia, que les obliga en cuanto corresponsables de las decisiones tomadas. Y es que de todos los colegas del departamento, aunque había tres o cuatro que no apoyaban nuestra exclusión, e incluso votaban contra ella, sólo ha habido una persona que se ha molestado en presentar voto particular contra todos los acuerdos departamentales que nos excluían. Y eso es lo que va a misa, administrativamente hablando: si no te opones con voto particular contra los acuerdos del cuerpo colegiado al que perteneces, los estás apoyando. Es de esperar que los funcionarios se hagan con esto más conscientes de su función, y que los que nos han excluido activamente se lo piensen mejor antes de promover acciones irregulares y, como dice el juez, imputables como prevaricación. Muchos se han dejado llevar amparados por el calorcillo del grupo, la burbuja de realidad alternativa que éste genera—y por el temor a significarse, que es mucho pero que mucho. Pero en estos casos se ve que sumarse a las malas prácticas de unos pocos tiene consecuencias para todos—para los cabecillas, y para los seguidores. Si esto ha de contribuir a resentir y encabezonar más a los grupos de coaligados, o a hacerles reflexionar y razonar mejor, ya se verá.

Esto en cuanto al futuro, siempre imponderable.

En cuanto al presente, resulta que de repente ha subido mi carga docente a treinta créditos, al reconocerse en la sentencia mi derecho a impartir la asignatura del máster "La representación". Con gusto la dejaría, tan sobrado de docencia, pero claro, no estamos para eso, después de tanto reclamarla—ya no es una cuestión de apetencias, a estas alturas.

Sigo además impartiendo mis asignaturas habituales "según previsto", en Comentario de Textos Literarios Ingleses— y en esa Crítica Literaria de la cual pronto me despido. Y además estoy dando una asignatura de la titulación de Filología Francesa por orden del Rector—poco acertada la orden en su momento, pero ahora les he dicho a los estudiantes que por no perjudicarles seguiré con esta asignatura hasta el final, siempre que no reciba órdenes contrarias. Pero claro, por una orden del Rector, y por la otra, me paso de docencia y me planto en treinta y tantos créditos. Así que el presente se presenta... agobiado, si le sumamos la redacción urgente de guías docentes, cursos de innovación docente a los que me he apuntado, y trabajillos varios con los que sigo trasteando.

Eso en cuanto al presente, que es terreno móvil.

Y, sí, hasta el pasado, que parecía tan ordenado y almacenado en su mundo pretérito—resulta que hasta el pasado cambia, por ficción legal.  Ya ni el pasado es lo que era, en estos tiempos que corren.

Y eso que nos había dicho el Dr. Deleyto que la alteración del pasado y otras ficciones legales no tenían lugar sino en las películas de ciencia-ficción. En nuestro consejo de departamento, por la experiencia que tengo, es inútil aportar argumentos legales o administrativos cuando el viento de la opinión va en contra. Pero claro, al final se acaba aterrizando en la dura realidad, o en la dura ficción legal, que es parte efectiva de la realidad.

Así que resulta que, por ficción legal, llevo ya tres años dando clases en el Máster. Acabamos de recibir una orden del Rector (otra más...), de fecha de 14 de diciembre, que ordena aplicar la sentencia como sigue:


Primero.- Ordenar al Sr. Vicerrector de Profesorado que proceda a modificar la asignación de docencia del curso 2007/2008 al profesor García Landa y la profesora Penas Ibáñez en los términos señalados por el Juzgado, al ejecutar directamente la sentencia en el apartado 1º de la parte dispositiva del Auto de 19 de noviembre de 2010, con todos los efectos favorables que de ello se deriven, tanto en reconocimiento, como ficción legal, de haber impartido la misma, como económicos si los hubiere, en el plazo de cinco días, a partir del siguiente de recibir esta notificación.

Segundo.- Ordenar al Director del Departamento, D. Ignacio Guillén Galve, que lleve a cabo la asignación en los siguientes cursos, en concreto para el curso 2008/2009, 2009/2010 y 2010/2011 conforme a los mismos criterios, y en consideración a los efectos que el primer pronunciamiento ha de producir para los años sucesivos con estricto ajuste a lo aquí acordado y con el apercibimiento señalado en el apartado 2º de la parte dispositiva del Auto de 19 de noviembre de 2010, en el plazo de quince días, a partir del siguiente de recibir esta notificación.

Tercero.- Que el Sr. Vicerrector de Profesorado proceda a requerir personalmente, por medio de la notificación del auto de 19 de noviembre de 2010, a todos y cada uno de los miembros del Departamento en el mismo sentido, con los mismos apercibimientos de incurrir en desobediencia a la autoridad judicial, prevaricación y poder ser multados como prevé el artículo 112,a de la Ley de Jurisdicción Contencioso Administrativa, de 150,25 a 1502,53 euros en caso de obstaculizar el cumplimiento, en el plazo de cinco días, a partir del siguiente de recibir esta notificación.

Habrá que enviar, además, certificación de lo realizado.

El Vicerrector ya ha hecho algo de lo ordenado, modificando hoy nuestra ficha docente de 2007-2008. En la que también me quedo con treinta y tantos créditos, entre virtuales y reales (si el pasado es real).

Y mañana tenemos un Consejo de Departamento para tratar el auto judicial, la enésima orden del Rectorado y de jueces sobre este asunto—donde parece que sí se va a obedecer, en principio, estas órdenes.  Eso no quita para que la reunión de mañana prometa ser de antología.
Es un mal trago, pero necesario, me temo. Nuestros Consejos de departamento solían grabarse, sobre todo para evitar excesivos acaloramientos—éste debería grabarse en vídeo, para referencia futura.


 
—oOo—
 
 



martes, 21 de diciembre de 2010

Archivos julio-diciembre 2010

Estos son los artículos del blog "Vanity Fea", de José Ángel García Landa, aparecidos en IBERCAMPUS entre julio y diciembre de 2010:

_____. "El Tribunal Constitucional pone el huevo." Ibercampus (Vanity Fea) 6 julio 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14497

2013

_____. "¿Doctorandos añosos, o Doctores con Calidad Acreditada? Ibercampus (Vanity Fea) 16 julio 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14498

2013

_____. "La investigación individual sobra en la Universidad." Ibercampus (Vanity Fea) 28 julio 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14499

2013

_____. "El fin del olvido y la Visibilidad Universal." Ibercampus (Vanity Fea) 2 sept. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14500

2013

_____. "Neurología de la intencionalidad y Perspectiva Dominante." Ibercampus (Vanity Fea) 13 sept. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14501

2013

_____. "Inception/Origen." Ibercampus (Vanity Fea) 21 sept. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14502

2013

_____. "Niveles de intencionalidad y lectura mental." Ibercampus (Vanity Fea) 24 sept. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14503

2013

_____. "Le Dieu de Laplace et la place de Dieu." Ibercampus (Vanity Fea) 30 sept. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14504

2013

_____. "Cómo mostrar cosas con palabras." Ibercampus (Vanity Fea) 6 oct. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14505

2013

_____. "He estado en una película." Ibercampus (Vanity Fea) 19 oct. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14506

2013

_____. "The Stand." Ibercampus (Vanity Fea) 28 oct. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14507

2013

_____. "La red social." Rev. of David Fincher's film. Ibercampus (Vanity Fea) 2 nov. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14508

2013

_____. "La materia (y la forma) del pensamiento." Ibercampus (Vanity Fea) 10 nov. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14509

2013

_____. "Fair Game (Caza a la espía)." Ibercampus (Vanity Fea) 18 nov. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14510

2013

_____. "Corrupción en las oposiciones." Ibercampus (Vanity Fea) 24 nov. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14511

2013

_____. "Tres tipos de discurso." Ibercampus (Vanity Fea) 30 nov. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14512

2013

_____. "Existencias fantasmales." Ibercampus 13 dic. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14513

2013

_____. "El Gran Diseño y Hacedor de Estrellas (1)." Ibercampus (Vanity Fea) 20 dic. 2010.*

http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14514

2013

con referencia a: Ibercampus (ver en Google Sidewiki)
 
—oOo—

Mi fotoblog

Mi fotoblog
se puede ver haciendo clic en la foto ésta de Termineitor. Y hay más enlaces a cosas mías al pie de esta página.